sábado, 10 de diciembre de 2011

¡Crecen tan rápido!






Miro a mi Piojillo y me asombro. Me asombro de lo grande que está ya, parece un pequeño hombrecito. Me asombro de los avances que hemos hecho en este último año, quiero decir 18 meses, pasa tan rápido el tiempo. 

Me encuentro en una encrucijada. Por un lado, tengo ganas de pasar esta etapa de ir corriendo detrás de él a todas partes, de tener 20000 ojos clavados en él cada vez que se sube a un sillón, trepa por una mesa, corre sin parar; dejar la etapa de dientes saliendo y de noches sin dormir. Sin embargo, por otro lado, ya empiezo a echar de menos que me necesite para todo. 

La primera señal fue cuando meses atrás no quiso que le diera yo el bibe, ¡quería tomárselo solo! Esa fue su primera señal de independencia. Acto seguido celebró su primer cumpleaños dando sus primeros pasos, poco después ya no necesitaba que papá y mamá lo ayudaran a ir de un lado a otro. Antes de terminar el verano corría como un locuelo sin necesidad de ayuda y desde hace un mes come en nuestra mesa, no quiere la trona, utiliza el tenedor o los deditos para comer él solito.

De pronto descubres que empieza a balbucear palabras con sentido, que dice agua cuando quiere beber, que sabe perfectamente quién es papá y quién mamá. Es más sabe quién es Gabo y que dice guauuguaau.

Precisamente, gracias a Gabo comenzó a decir caca, cada vez que ve al piojillo canino hacerla termina diciendo cacaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa. Y entonces empezó a decir caca cada vez que él mismo la está haciendo y justo en ese momento me entró la morriña. Empecé a añorar a aquel pequeño bebé de hace 18 meses.



7 comentarios:

  1. Demasiado rápido...yo también lo siento. Eso sí, te digo que estás en lo cierto al decidir no querer que el tiempo pase rápido. Yo con la mayor siempre estaba pensando en "lo siguiente", pero con el peque disfruto constantemente del "ahora". Y, bueno, también lo estoy empezando a hacer con la niña, sí, porque todas las edades son mágicas. Ya me lo decía mi madre: "no hay edad fea".

    Besos!

    ResponderEliminar
  2. Si yo con el mío, que solo tiene 6 meses, ya hecho de menos cosillas de cuando era más peque... Se tiene que disfrutar cada momento al máximo, porque pasa volando!

    ResponderEliminar
  3. Te leo y recuerdo enseguida que hace unos meses me sentí exactamente igual: es una nostalgia de ese pequeñito bebé indefenso, que dormía y tomaba teta todo el día. Me encantó tu entrada y te invito a leer la que escribí hace un tiempo con el mismo sentimiento http://lamamadesara.blogspot.com/2011/04/nostalgia.html

    ResponderEliminar
  4. Ay amiguita, cuaont te comprendo! dia tras dia veo como se me escapa de entre los dedos... Un beso

    ResponderEliminar
  5. Gracias chicas,supongo que es ley de vida y que tenemos que aprovechar y disfrutar de cada momento.
    Besitos para las cuatro

    ResponderEliminar
  6. Es cierto, debería pararse el tiempo en algún momento para que podamos asimilar mejor todos sus avances porque van demasiado rápido.

    PD- Me gusta tu look navideño ;-)

    ResponderEliminar
  7. Cierto, Silvia, ojalá en algún momento pudiésemos parar el tiempo para asimilar cómo van creciendo y todo lo que han ido aprendiendo.
    besitos

    ResponderEliminar

¡¡¡El Comando piojo te da las gracias por tus comentarios!!!