Ayer mi piojillo tenía su primera fiesta de cumpleaños. Quiero decir su primera fiesta sin ser la suya propia,la de su papi,jejeje, con un día de diferencia por medio le toca celebrarlo con el niño,jejejeje, o la de su mami. Ayer era oficialmente su primera fiesta en un local de celebraciones infantiles.
El piojillo llegó muy timidín. Tranquilito y educado. Sentándose tranquilito en su silla, como un niño mayor,y es que mi niño es un revoltosillo pero cuando lo sacas de paseo se sabe comportar. Evidentemente, todo dentro de lo bien que se puede comportar un bebé de casi 18 meses. Eso sí, nada de pataletas infantiles ni nada de nada, hasta el momento le hemos dejado bien claro que si llora por tonterías no le hacemos caso y parece que funciona, veremos si seguimos así.
Bien, como contaba empezó la tarde timidillo pero desde que entró en confianza quiso ir a la zona de juegos. Lo descalzamos y metimos en la piscina de bolas. Antes de entrar no sabía adonde mirar, tanta pelota de colores lo volvía loco.Al entrar y sentarlo la sensación no fue del todo agradable. Se sintió indefenso, de pronto vio como se hundía lentamente entre tanta bola de color y debió pensar que sería devorado por ellas. Así que soltó un mamá mamáááááá mamááááááááá.
No quería que se perdiera la oportunidad de disfrutar en las bolas así que lo tomé de las manos y lo puse de pie en el extremo a mi lado y empecé a darle bolas para que las tirará al otro lado. Funcionó. De pie las bolas no lo tragaban así que empezó a tirarlas como un loco mientras hablaba en su idioma, a saber que me dijo. Poco a poco él mismo decidió sentarse y hundirse entre las bolas. Sólo se ponía de pie cuando niños más grandes se tiraban a la piscina.
Al par de minutos ya jugaba con una niña mayor que él, que me preguntaba a media lengua un millón de cosas. Es curioso como de pequeños no nos avergonzamos y nos presentamos de manea espontánea, damos nombre edad, la de nuestros hermanos y preguntamos a nuestro interlocutor todo lo que necesitamos saber de él.
Al son del cumpleaños feliz el piojillo baila y aplaude, conoce la canción de los cumples en la guarde. Eso sí, se quedó medio mosca al darle el regalo a la cumpleañera, jejeje,pero pronto se le olvidó mientras se zampaba la tarta de chocolate!!!
Hasta a mi se me han puesto los dientes largos con la piscina de bolas!!. Hace tiempo que me gustaría llevar al peque a alguna, estoy segura de que fliparía. En fin, ya habrá ocasión. Me alegra que lo hayan pasado bien. Un abrazo
ResponderEliminarP.D: Creo que hay algo para tí aquí: http://yanethpoints.blogspot.com/2011/12/versatile-blogger.html
Planazo !!!
ResponderEliminarSe ve que lo pasasteis genial, me elegro un montón.
Bss :D