Sí, cuando el colaga canino llegó a esta casa su ahora colega de pillerias sintió por primera vez en sus propias carnes celos. Sí, todo el mundo dice que hay que tener cuidado con los
celos que los animales de compañía pueden sentir por los peques. En casa esto ocurrió al revés. Cuando
el comando piojo se conoció se adoraron en el minuto uno pero cuando Gabo vino sentado sobre la que les escribe, mientras
el piojo iba en su silla de seguridad, los celos invadieron el coche y luego nuestra casa.
El piojo se vio destronado por la llegada de su ahora inseparable amigo, perdón hermano, porque tengo dos hijos, uno humano y otro canino. Locuelos, divertidos, a veces me dan ganas de F#JJJKKK# pero cuando los veo jugando juntos todo se me pasa...Hoy recordamos como fueron aquellos días, tan cercanos y a la vez tan lejanos ya....
¡Una de Bolitas!
¿Y tú tienes mascotas? ¿Nos cuentas alguna aventura?
Besitos avainillados
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