miércoles, 16 de enero de 2013

El turno


El Turno




     Hace unos días estuve marujeando en el mercado. Obviamente, además de darle a la tecla he de hacer otras cosas en la vida, como comer, y para eso toca ir a comprar. Y allí me fui yo al mercado. Al llegar al puesto de la carnicería, el más concurrido de toda la plaza, me percato que no hay numeritos sino que había que pedir la vez.

 
_¿Quién es el último?_ preguntó.
   Nadie responde y vuelvo a preguntar. Al ver que nadie entendía lo de la pregunta generalizada me acerco a una señora y  con una amplia sonrisa le pregunto a ella directamente
_¿es usted la última?_
  Inmediatamente me responde que no escandalizada, como si le hubiese preguntado a saber qué. Entonces, un chico me dice
_creo que la última es esa señora_
_no,yo no soy la última_
  Cada vez alucinaba más. Diez personas. Sólo diez personas que habían tenido que darse la vez los unos a los otros y nadie sabía quien era el último o...no querían saberlo....Finalmente, sí que era la señora...
_bien, entonces, voy detrás de usted_
   De pronto, se me acerca otra señora y empieza a hablar sin parar. No entendiendo la indirecta de los auriculares que llevaba en las orejas. Me los quito porque a saber si me estaba diciendo algo importante y de pronto comienza el principio de la guerra.....
  La última. Perdón, la penúltima o la antepenúltima que a esas alturas ya me había pedido la vez otra señora. Como decía, la antepenúltima se había acercado al mostrador soltando un atrevido...
_carne picada..._
  No llegó a decir más. Ahí se acabó su intento de adelantarse porque la señora que había interrumpido "una flor en el desierto" de Garriga se avalanzó sobre ella al grito de
_no...no...no...usted ni sueñe con colarse...usted va detrás de mí y aún no me toca_
  Era de locos. Voces.Voces y más voces. Las dos señoras no paraban de gritarse. Una decía que sólo quería un poco de carne picada y que había avisado a la chica que le tocaba, la cual no abrió la boca ni para darle la razón ni para desmentirla. La otra gritaba y gritaba, animándose cada vez más.
  Optó por volver a ponerme los auriculares y pasar de la situación. Aún tenía nueve por delante de mí. Pero entonces cuando iba a subir el volumen para dejar de oir tanta tontería escucho...
_porque yo he tenido que esperar con una sola cosa en más de una ocasión y una vez estuve aquí esperando y esperando y tenía 40 ó 50 de fiebre..._
me quito los auriculares. Me contengo la risa. ¿40 ó 50 de fiebre? y entonces oigo otra voz que se incorpora al gallinero ante las risas de los presentes...
_señora no diga tonterías...imposible que tuviese 50 de fiebre_
_¡yo no he dicho 50!_
  Y vuelvo a desconectar. Me pongo los auriculares. Tres cuarto de horas después le toca a la señora superviviente a los 50º de fiebre...
_es mi turno...por fin...me pone los tres lotes de la oferta...._
Los auriculares se me caen de la impresión. Cada uno de los lotes llevaba 5 tipos de carne diferentes.Las uvas. Las uvas me iban a dar allí y en ese momento veo a la otra señora, la cual al oir "3lotes" dijo
_me voy...yo sólo quería un poco de carne picada_
Y se fue mientras la superviviente de los 50º miraba altiva desde el mostrador de la carne. Todos los presentes las miraban. Al ver las caras de la gente dijo
_si hubiese dicho que sólo quería carne picada..._


Elva

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