¿Por qué el Piojo tiene más de 38º de fiebre y está
saltando en el sofá mientras yo tengo 37º y estoy hecha una porquería? ¿Por qué
el Piojo tiene unas diarreas
horrorosas y sigue pidiendo pan pan pan mientras yo sólo pensar en la comida me
entran ganas de vomitar? ¿Por qué el Piojo ve el suero y pide agua
ancaaaaaaaaaaaaaa…agua ancaaaaaaaaaaaa (agua naranja) y a mí me resulta
asqueroso y me lo tomo porque no me queda más remedio (además de tener que dar ejemplo)¿Por qué se me cierran
los ojos después de todo un día de entra y sale del baño y mi piojo salta,
corre mientras grita mamááááááá?
Son tantas las
preguntas y tan pocas las respuestas. La única que encuentro es la diferencia
de edad, que él siempre lleva las pilas bien cargaditas y yo nunca las termino
de reponer. En un par de semanas hemos pasado por una bronquitis, en la cual
terminó el padre con faringitis y yo afónica. Y ahora para rematar una gripe de
estómago.
Creo que en
este mes ya hemos cubierto el cupo. Ningún virus perdido nos puede pillar. No
puede haber un tercero en tan corto periodo de tiempo. No es humanamente
posible ni aguantable, por lo menos, los papis ya no podemos más, los enanos se
reponen en un pis pas.
El Piojillo ha perdido su barriguilla en
estos días pero no creo que tarde en recuperarla pero si ya estaba alto para su
edad ahora lo miro y lo veo enorme. ¿Será verdad la teoría de las abuelas, al
menos las mías lo decían, “tiene fiebre, está
creciendo”? Cierta o no cierta, mi Piojo
cada día está más grande, ¿dónde está el bebé que hace menos de un año llevaba
enganchado de mi pecho?