Calimero siempre decía aquella célebre frase de " Nadie me comprende", yo terminaré acuñando la frase de " Nadie me cree". Nadie cree que mi piojillo sea un terremoto. Todo el mundo piensa que mi bichejo es bueno, buenecito.¡Un santo!
A ver yo nunca he dicho que mi piojo sea malo. Sencillamente, es un niño que hace cosas de niño. Un bebé de 18 meses que necesita investigar, descubrir el mundo y para ello es necesario e imprescindible, abrir cajones y sacar de ellos todo lo que contienen y desparramar el contenido por el suelo. Subir a las mesas, trepar por los sillones, hacer murales de tiza por los muebles dela cocina (los bolis y rotuladores escondidos para que sólo sea arte efímero). Por lo demás, es un niño bueno, no tengo queja de él, no llora por tonterías, come muy bien y parece ser que Papá Noel me quiere mucho y tras un par de días de despertares nocturnos vuelve a dormir toda la noche (toco el serrín de mi cabeza por si acaso).
Sí, lo reconozco lo que sí he dicho es que mi piojo es un terremotillo que no para en todo el día pero también he dicho en más de una ocasión que se porta muy bien fuera de casa. Venga que demuestra que va a "Guardería de pago",¡cómo la mayoría de los niños de este país!¡Aprovecho para reivindicar más guarderías públicas!
Estas vacaciones mi piojillo ha demostrado ese "angelito" que lleva dentro. Dejando a los padres como al protagonista de Pedro y El Lobo.Además de demostrarnos cuanto nos echa de menos cuando no estamos a su lado, ejem...ejem... Se ha pasado unas vacaciones de fábula disfrutando de sus primos, parque, columpios, paseos, juegos en casa de la yaya y el abu. Nada de abrir cajones para cotillear. Nada de sacar el contenido de ellos. Nada de pintadas en muebles. Nada de escaladas por los sillones. Nada nada nada de locuras. Ha compartido juegos y juguetes. Ha dado las gracias "grasias". Y se ha ido con todo el mundo, primos, tíos, abuelos, bisabuelo...etc... No extraña aunque los vea cada 6 meses, ufff, él como sí los viera cada día. Les ha regalado cariños, risas...los besos los deja para Pocoyó, ¿qué le vamos a hacer?
Así que nos ha dejado por mentirosillos. Es más aún nos ha demostrado que no necesita estar con nosotros las 24 horas del día. Más aún no sólo no necesita de nuestra presencia constante sino que nos dice adiós tan tranquilo mientras nos ve alejarse. Ni lloros ni nada de nada. Él sigue jugando tan contento. Sí , sí es una maravilla poder dejar a tu hijo con alguien de tu confianza mientras puedes hacer cosas que con él no puedes pero en el fondo te duele un poquito el alma al darte cuenta que empieza a ser independiente. Quizás sea un poco de egoísmo maternal. No sé...
ja,ja,ja!
ResponderEliminarme ha encantado lo del arte efimero, Elva!
el peque acaba de cumplir un año asi que recien comienzo la etapa terremoto ¡está bien saber que dura solo unos meses y que poco a poco comienza a investigar por su cuenta y a saber que los cajones de la casa de la abu no se abren!
Abrazos "como exageras...es un nene bien tranquilo" ;-)