Los Martes y yo: Amistad

      Creo que no queda día en el año libre para celebrar el día internacional de algo. Esto no es algo que haya descubierto ahora, en más de una ocasión lo he comentado. Y dentro de esos días parece ser que hoy es el Día Internacional de la Amistad. Bonita fecha pero ¿a quién le hace falta una fecha marcada por la ONU para celebrar el tener amigos?

     En mayor o menor medida todos tenemos amigos, unos los hemos hecho desde la infancia, otros se han ido incorporando por el camino, instituto, universidad, trabajo....Una vez leí, no recuerdo donde, que los amigos hechos en la universidad no son verdaderos amigos, ¿perdón?

       Dudo que eso sea verdad si no yo seré la excepción que confirma la regla. En mis tiempos de estudiante universitaria,

 oooooh, tiempos aquellos sin piojos saltarines, ufffff....pero con invasiones espectrales, je je je

 hice buenas amistades. Algunas las conservo, otras no, pero puedo decir que tengo una muy buena amiga de esa época. No nos vemos desde hace muchooo, exactamente, tres años. Je, estaba yo embarazada y no lo sabía aún cuando estuvimos juntas. Por cierto, descubriendo a Jesús Garriga y su Hijo del Sol. Sin embargo, aunque no nos veamos lo que me gustaría, sigue siendo de esas personas especiales.

    De esas personas que verdaderamente me conocen, que saben cómo soy, cómo pienso y me respetan tal y como soy. Es de esas pocas personas que tienen permitido llamarme de una manera determinada sin que me enfade, je je je,no voy a decir cómo, ja ja ja ja.

    Porque los verdaderos amigos son esos que ,aún no disfrutando de ellos cada día, te sientes a su lado como si los hubieses visto hace cinco minutos. Eso me pasa con pocos, con ella y con otra amiga más de mi época del instituto. 

    Miento. Hay un par de amigas más de esas especiales, lo curioso de todo es que son amigas con las que nunca he estado, con las que nunca he tomado un café pero con las que espero hacerlo algún día. Amigas que han aparecido gracias a la locura de la blogosfera. Amigas con las que de pronto surge una conexión especial. Una conexión alfa-omega que hace sentir bien a su lado, bueno, al otro lado de la pantalla. Ellas me entienden, ya el año pasado les dediqué un post porque estaban ahí cuando las necesitaba.

    Así que hoy celebro la suerte que he tenido porque cuento con unas amigas maravillosas. Amigas que lloran, ríen, sufren, se divierten, te cuentan sus penas y alegrías y ...escuchan las tuyas. ¡FELIZ DÍA A TODAS ELLAS! 

Besitos avainillados