Hoy traigo un par de post dedicados al cambio de hora. El año pasado dediqué dos entradas bien distintas al cambio de hora. Y es que no es lo mismo adelantar una hora, que atrasarla. Sobre todo por las tardes. Ahora mismo son las 20.15 y aún no tengo encendida la luz porque tengo de sobra con la luz del sol que entra por mi ventana. ¡Eso es una maravilla! Dan ganas de salir a la calle y disfrutar de las largas tardes de la primavera y verano.
Los que no entienden de cambios horarios son los peques. Justo de ello hablé en esos posts de los que hablaba al principio. Bien diferentes fueron las reacciones de mi piojo al enfrentarse a los cambios de horario y hoy las recuerdo....
Bajo el claro y obvio nombre de cambio de hora salió mi primera entrada dedicada a este momento del año, que aún no logro entender, porque siempre he tenido la impresión que ese ahorro de energía del que nos hablan no es real, ya que si no encendemos la luz por la noche lo hacemos por la mañana. Al menos en países como España, igual en los países nórdicos sí funciona porque sus horarios de trabajo son diferentes al nuestro.
Cambiando la hora fue el segundo de los posts. Mi tono cambió, sencillamente, porque mi piojo, el cual como todos los niños no entienden de cambios de hora, siguió con su horario habitual y claro con el adelantó de la hora nos dejó dormir una horita más. Bueno, en realidad no, pero nos hizo ilusión ver la hora que marcaba el reloj, je je je....¡con que poco nos conformamos los papis!
Ayer el piojo volvió a dejarse llevar por el reloj biológico y se despertó pasadas las 10.30, claro que yo a las 8.30 estaba paseando con el colega canino por el parque porque papá piojo tenía que ir a trabajar. Hoy que teníamos fiesta todo volvió a la normalidad...
Besitos avainillados
La verdad es que es un engorro en algunas cosas, aunque es agradable que ahora el nene puede dormir la siesta y aun queda mucho tiempo de luz para salir, pasear... Aunque ahora la distancia de horarios con los abuelos paternos es una hora hora mas y es mas difícil ponernos de acuerdo. El mio no noto el cambio pues justo empezó las clases y ya bastante tiene con el madrugo ni noto el cambio de hora.
ResponderEliminarMi madre aún no entiende lo del cambio de hora pero este que acabamos de hacer en marzo sabe que es "el que le gusta". El otro lo detesta por lo pronto que oscurece y porque está convencida de que gasta más de lo que ahorra. Y tiene razón, porque el ahorro se da a gran escala y no lo sienten los ciudadanos de a pie...
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