A buñuelos y pólvora....

 

     Buñuelos y pólvora son los olores que inundan Valencia en estos  días. Las calles se visten de gala, se iluminan a lo grande, miles de bombillas la decoran y la hacen brillar mientras crece la niebla provocada por los petardos, bombetas, tracas, masclets...La pólvora se ha adueñado de la ciudad y el ruido de las tracas resuena por las esquinas. 

     Esquinas decoradas con efímeros y volátiles monumentos, que serán visitados a lo largo de los próximos cuatro días para ser quemados en la noche de San José ante los llorosos ojos de las falleras mayores que ven culminar su reinado.

    Puestos callejeros de churros, deliciosos buñuelos de calabaza y chocolate ponen la nota dulce que se mezcla con el olor a pólvora creando un ambiente especial y único de estas fechas.

     Las fallas son para vivirlas como fallero o como visitante pero no como habitante de la ciudad. Durante las fiestas es imposible moverse por la ciudad, calles cortadas por monumentos, por carpas, por pasacalles....El ruido invade los hogares. Sólo se escucha el contaste sonido de las tracas, de las alarmas de los coches que saltan con las explociones. Verbenas hasta altas horas de la madrugada bajo el balcón de tu casa. 

     En estos días de fiesta los despertadores descansan porque a las 8 comenzarán a resonar los petardos. Los falleros saldrán a la calle y convertirán Valencia en una especie de campo de batalla, donde la pólvora se convertirá en la dueña y señora de las calles de la ciudad despertando a todos los que dormíamos.

       Si nunca has estado es un buen momento del año para conocer la ciudad. Siempre y cuando ¡¡no te den miedo los petardos !!! Yo llevo 8 años viviendo aquí y aún no me termino de acostumbrar al ruido de las tracas, sin embargo, mi peque ni pestañea cuando los oye no hay nada como haberse acostumbrado a su sonido desde el vientre materno.

¡Felices Fallas!

     

Elva Marmed