Hace unas semanas contaba la historia de una bruja traviesa a la que le gusta visitar las habitaciones de los niños y esconder sus chupetes. Hasta hace una semana nos visitaba con cierta regularidad,llevándose con ella los chupetes del piojo y haciéndonos buscar y buscar chupetes por toda la casa.
Desde hace una semana la bruja de los chupetes ha dejado de visitarnos porque el piojo ya no tiene chupetes. Miento. Tiene uno. Lo tenemos guardado en su cajón. En el cajón de los calcetines. Es un chupete para el recuerdo. El recuerdo de que un día fue un amigo inseparable para dormir. El chupete está mordisqueado.
Mordisqueado por la otra mitad del comando piojo, por el colega canino.Gracias a él y a la advertencia de "si le das este chupete a Gabo ya no habrá más chupetes" que el piojo ha dejado su tete.
Sin llantos, sin pataletas,sin más pena que gloria, el chupete ha pasado a formar parte de aquellas cosas un día "necesarias" y hoy olvidadas.
Mi piojo ha demostrado ser fuerte, ha dejado de lado una dependencia en un par de días. Sin llantos, sin lamentos. No ha sufrido el mono del chupete, como los fumadores cuando dejan de fumar. Ya ni siquiera pregunta por él y cuando lo ve en el cajón dice
mira...el tete
Linda tienes premio en mi blog!!! http://lamamadesara.blogspot.com/2012/05/por-que-la-mama-de-sara.html besos!!
ResponderEliminarQue lindo Piojillo... "mira el tete", que dulzura.
ResponderEliminarSeguro se siente más grande, jeje.
Muchas felicidades.
Me alegro mucho de este gran avance del piojo!! A veces nos sorprenden con estas cosas, con G pasó algo similar, simplemente fue que él lo lanzó, se durmió sin chupete y nunca más volvió a pedirlo
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