Libros.

En una de mis primeras entradas en este blog contaba como desde pequeña siempre me gustó escribir. Quería ser Jo March y pasarme las horas sentada en el desván, en este caso mi habitación, escribiendo historias y leyendo,leyendo, leyendo....

 

El gusto por los libros se lo debo a mi padre, todo hay que decirlo.Recuerdo que llegaban las vacaciones de verano e íbamos de excursión con mi padre a una librería, cercana a casa, a por las lecturas para las vacaciones. Llegaba Reyes y uno de nuestros regalos era un libro, en la mayoría de las veces sabíamos cuál era, la sorpresa era leer la dedicatoria.Única y exclusiva para cada uno.Tengo decenas de libros dedicados y cada dedicatoria tiene su significado para mí, cada una forma parte de mi vida y de algo que estaba por venir en ese momento.

Por mis manos pasaba de todo un poco, desde las batallas amorosas de Esther Lucas y su adorado Juanito, a los mundos fantásticos de El Principito.¿Cómo no enamorarse de él? Aún lo conservo,nunca he sido capaz de desprenderme de un solo libro, ni siquiera de aquellos que no fueron de mi agrado. Guardo El Principito con especial cariño a la espera de que mi peque tenga la edad suficiente para disfrutar con sus aventuras. ¡Espero que lo haga tanto como yo! Las aventuras de los cinco también amenizaron mis tardes de verano, junto a Puck, no hablo del personaje de A midsummer night's dream ,ese llegaría más adelante. Con La Perla descubrí a Steinbeck, bella y triste historia que recomiendo leer si no lo has hecho. 

Son tantos y tantos libros leídos. Tantos y tantos libros que me quedan por leer, por disfrutar.Tantas emociones por sentir.Me encanta esa doble sensación que se siente, al menos me pasa a mí, cuando el libro está acabando  me entran unas ganas locas de llegar al final y ,al mismo tiempo, me da una pena tremenda el acabarlo.¿Te pasa lo mismo?