Me encontraba recogiendo la habitación y él andaba trasteando por el pasillo y escucho:
Piojillo: Mamááááá
Yo: ¿Qué?
Piojillo: Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Yo: Holaaaaaaaa, ¿qué estás haciendo?
Piojillo: Naraaaaaaaa
En ese momento acabó nuestra conversación porque dejé lo que estaba haciendo y fui a su encuentro para darle un mordisco. Me dieron ganas de comérmelo a mordiscos. Algo tan simple como esa diminuta conversación y me supera. Me gana. Me conmueve. Porque en momentos como ese me doy cuenta como va creciendo a pasos agigantados y se va convirtiendo en un pequeño hombrecito.
¿Cómo fue vuestra primera vez? ¡Ojo! Hablo de vuestra primera conversación con vuestros peques,jejejeje..