Hace hoy cuatro años que mi vida cambió. Cuatro años que me han parecido cortos y largos al mismo tiempo. Hace cuatro años comenzaban mis prácticas en la profesión más bonita y difícil del mundo: la maternidad. Lo bueno de esta carrera es que te gradúas junto a esa cosita que te roba el corazón desde el mismo momento en el que escuchas sus latidos por primera vez.
Cuatro años de noches sin dormir, de llantos, vómitos, fiebres, varicelas... Cuatro años de evolución, crecimiento, risas, besos, juegos, abrazos... Cuatro años disfrutados. Cuatro años compartidos. Cuatro años en los que la paciencia se convierte en infinita, ¡Santa paciencia! Cuatro años en los que he escuchado de todo : "no lo hagas así"," mi hijo lo hacía de esta manera" , "¡Qué no ha dejado el pañal! Fulanito a su edad...", "¿Lo vas a mandar a la guarde?", "Dale el bibe" ... ¿Qué les voy a contar que no hayan vivido en carne propia? Cuatro años en los que he aprendido a escuchar y quedarme con lo que me interesaba, el resto me he puesto mucho aceite por el cuerpo, que además de hidratar la piel hace que todo resbaleeeeee...
Estos cuatro años me han traído de todo. Cosas buenas y otras no tanto. Digo no tanto y no malas porque siempre me quedo con el lado positivo, malo sería lo contrario. Lo más importante, me ha traído a mi piojo y a su colega canino: Gabo II. Me ha dado un Comando : Mi Comando Piojo.
Cuatro años en los que he cambiado estar sentada frente a un ordenador en una fría oficina por estar en un ordenador creando ilusiones. Cuatro años en los que he comprobado en carne propia que ser mujer, madre y profesional en este país sigue siendo una utopía. Una utopía por la que luchar y convertirla en realidad.
Cuatro años en los que lo he visto caminar, tropezar, caerse y levantarse. Cuatro años en los que le he oído decir: Papá, Mamá, Gabo... luego vinieron muchas palabras pero esas fueron sus tres primeras y se las pude oír antes que nadie.
Cuatro años que son sólo el principio de una vida a la que le quedan muchas experiencias, lágrimas, risas, fiestas, abrazos y aprendizajes... ¡Feliz cumple Piojo!
Besitos Avainillados
Realmente precioso, la verdad es que dan mucha guerra pero también muchas alegrías y con esas son con las que nos quedamos las madres, ánimo que todavía te queda mucho por vivir y disfrutar con tu comando piojo. Besos a todos.
ResponderEliminarMuchas gracias. Sí, dan guerra a raudales pero muchas más alegrías y sí... nos queda mucho por caminar, por descubrir...
EliminarBesitos avainillados