miércoles, 12 de marzo de 2014

¡Te lo dije!

    Sí, soy madre. ¡Hoy he descubierto que soy madre! No, no vayan a pensar que llevo tres años y ocho meses viviendo en los Mundos de Yupi. No, sólo que hoy, justo hoy, hace apenas una hora me he dado cuenta que lo soy. Sí, que oficialmente pertenezco al club de las madres. Hoy, hace sesenta minutos le he soltado al piojo: ¡TE LO DIJE! 

      Cuento: como siempre ocurre en este país, la lluvia aparece en la entrada y salida del cole. ¿Es cosa mía o esto es pura Ley de Murphy? Yo creo que los del tiempo podrían decir: Mañana lluvias generalizadas a la hora de entrada y salida de clase y acertarían más que decir lluvias diurnas o al caer la noche. No, la lluvia siempre caerá a la entrada del cole para que una marabunta de madres y padres con paraguas corramos por las calles arrastrando a los peques para que no lleguen tarde. Ja, esa es otra: ¿Por qué la mayoría de la gente no sabe caminar con paraguas?

       ¡Señores, soy de Canarias, ese paraíso en el que supuestamente nunca llueve (ja ja ja) y sé llevar un paraguas sin llevarme a nadie por delante! Hoy han estado a un tris de pincharme un ojo con una varilla que huía de uno. Otra señora me arrinconó contra la pared porque llevaba un paraguas "familiar", de familia numerosa diría yo porque bajo él hubiésemos entrado papá piojo, el comando piojo en peso y la que les escribe. ¡No exagero! ¡Lo juro por los zapatitos del niño Jesús! Je je je, eso es lo que hubiese dicho mi abuelo paterno, bueno, mi versión es descafeinada, ja ja ja.

         Bueno, a lo que iba, en este ir y venir de guerras paragüiles al piojo no se le ocurre otra cosa que ir haciendo "de niño", saltando charcos, arrastrando los pies, etc... esas cosas que a cualquier niño le pasan por la cabeza y entonces le dije "Eric, no camines así que te vas a caer". Y claro ocurrió, no una, ni dos, sino tres veces. Grrr, la primera pasó y me contuve, la segunda ya la sangre me hervía pero la tercera le solté: ¡TE LO DIJE! sólo me falto darle una torta en el culo pero llevaba las manos ocupadas con el paraguas, el buzz light year y su mano. 

     Y saben : puedo prometer y prometo que me quedé más a gusto que un arbusto. Lo levanté del suelo y seguimos caminando mientras él me miraba con cara de .... de... !¡de niño que lo va a volver a hacer cuando vuelva a llover! Al fin y al cabo es eso, un niño y yo ¡UNA MADRE

Besitos Avainillados

2 comentarios:

  1. A veces ponen a prueba la paciencia de cualquiera pero en el fondo tienen su gracia y sí ¡seguro que reincidirá el próximo día de lluvia!

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    1. Hola, guapa, sí, sí que la ponen. Je je je, ya lo comprobarás. Y sí, reincidente total. Hoy iba haciendo lo mismo. Me he fastidiado la muñeca de ir levantándolo del suelo por sus monerías. ¿Qué le vamos a hacer? Gajes del oficio, de la maternidad.
      Besitos avainillados

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