lunes, 6 de enero de 2014

Estamos de Vuelta y un poquito más locos...



           Sí, lo sé.  El Comando Piojo y yo hemos estado desaparecidos por un tiempo. No he estado lejos, de hecho, andaba por la blogosfera en mi otro blog. Mi blog de relatos, quizás, mi blog más yo, en el que hago lo que siempre he querido "ESCRIBIR". Sí, lo sé, aquí escribo pero no invento historias sino plasmo mi día a día en mi loca vida, en mi loca vida como mami. ¿Porque no me negarán que ,cuando un niño entra en tu vida, la locura llega con él? No pensemos en locura de manera despectiva porque también nos volvemos locos de amor al enamorarnos y, al fin y al cabo, ¿no nos sentimos totalmente enamorados de esos pequeños terremotos nada más verles su cara por primera vez? Más aún, ¿no nos enamoramos de ellos cuando vemos ese minúsculo puntito en la primera ecografía?


        Esa sana locura de amor va convirtiéndose, poco a poco, en otro tipo de locura. En locura por falta de tiempo, en locura por tener la casa siempre patas pa'rriba, en locura porque no sabes dónde demonios guardar todos los trastos que acumula un peque, en locura porque las pilas no se le agotan y a ti, uff, a ti sí. Al menos, yo creo que desde hace tres años mis pilas están consumiditas por completo. Sí, se recargan en los ratos de tranquilidad pero se consumen en un momentín. Sin embargo, las pilas de ellos no se agotan, duran y duran y duran más que las de los conejitos, ¿o no?Y además, el cajetín de las pilas está OCULTO. ¡¡¡No hay ni un solo padre que lo haya encontrado!!!

        ¿Imaginan que un día un padre encuentre el cajetín de las pilas o el botón de off? Uauh, será nombrado: ¡premio nobel de la concordia, de la paz, de las ciencias...! Tendrá su propio día internacional. Bueno, eso no tiene mucho mérito porque hoy por hoy ¿qué no tiene día internacional? Los padres iremos en peregrinación hasta su ciudad natal, tal  y como los seguidores de Elvis van a Graceland, je je je, dejaremos flores delante de su puerta. ¡Noooo! Dejaremos pilas, como símbolo de su gran descubrimiento, porque desde ese día, todos los padres del mundo podremos tener nuestro minutito de gloria, nuestro ratito de relax, porque sólo tendremos que pulsar ese botón que ese ser maravilloso ha encontrado.

          Uhmmmmm...¡Soñar sigue siendo gratis! ¡De las pocas cosas que no nos cobran! Soñar es lo que está haciendo mi piojo y, por eso, estoy yo aquí dándole a la tecla. A partir de ahora me tendrán cada día a mí, al aroma a vainilla, al comando piojo y todas las sesiones habituales del blog y alguna novedad que iremos incorporando. Por el momento, me despido por hoy y espero que hayan tenido un estupendo DÍA DE REYES.

Besitos Avainillados

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