¡ 2 añitos!

¡2 años! Sinceramente, me parece increíble. El tiempo se me ha pasado sin darme cuenta. Un día  estaba embarazada y cuando me di cuenta estaba en el paritorio. 

Pronto me vi con un bebé entre los brazos que me olía desesperado buscando su comida. Y yo, que estaba nerviosa por si no iba a saber dar de mamar comprendí que él nacía aprendido, que los libros y artículos se los había leído al mismo tiempo que yo, je je je.

En unos meses, que me parecieron días vi a mi piojo gatear, ponerse de pie y caerse, trepar por los muebles y ahora ya corre, salta, habla como un loro, a veces se le entiende...otras no.

(Ahora me tira cojines para que le haga caso...no sé cuántas veces he recogido los cojines hoy y cuantas de esas veces las ha pagado el colega canino por intentar jugar de la misma manera)

Hoy sopla ya dos velas.¡Todo un hombrecito! Cada día se va convirtiendo en más niño y va siendo menos bebé pero, para mí , seguirá siendo mi bebé. Ese bebé con el que he aprendido el bello y duro mundo de la maternidad.

He llorado, he reído y sobre todo he babeado cada vez que lo miro. Eric, un besazooooooooo!!!