Desde hace unos cuantos fines de semana por casa, religiosamente, se escuchan tracas y petardos, al salir a la calle te encuentras pétalos y pétalos de rosas invadiendo la plaza. Estamos rodeados de
comuniantes, decenas de niños entre los 8 y los 10 años confirman su fe en Dios. Curioso a los 15 no saben qué rama elegir para entrar en el Bachillerato pero a los 8 tienen clara la existencia de Dios, sin ni siquiera conocer que no todos creemos en el mismo.
Sí, lo sé. Ahora mismo muchos dirán:
ya está la atea de Elva soltándonos la charla
Sí, soy atea pero de la misma forma que respeto las ideas políticas de la gente, aunque sean totalmente contrarias a las mías, respeto a los creyentes. Mi madre lo es, mi padre no, así que había un 50% de posiblidades de tirar hacia un lado o hacia el otro. Yo salí a mi padre, y aún a estas alturas me planteo por qué hice la Primera Comunión, la cual también fue la última. Nunca jamás he vuelto a comulgar y nunca jamás he vuelto a confesar mis pecados.